Es sorprendente como la necesidad externa puede transformarnos la vida, como tus propias creencias y decisiones, que pueden cambiar por las opiniones de quienes te rodean.
Probablemente la mayoría de los que tienen una relación cercana con la validación externa ni si quiera se percatan de que la tienen. Se mueven por la vida admitiendo con gran normalidad que hacer y caminar por lo que es sentado al ojo ajeno es lo habitual, aunque no coincida con lo que sientes y percibes.
¿En qué momento no aprendimos a creer en nuestras propias decisiones?, ¿es quizás más fácil no hacernos caso para no sentirnos responsable si algo sale mal?
Dicen que uno de los puntos básicos para dejar de buscar validación externa es la de realizar la sencilla tarea de preguntarte a ti primero. Sentirnos con la seguridad, al menos de manera frecuente, de lo que opinamos y hacemos sin que las críticas o halagos del entorno sean más importantes que las tuyas propia. Pero ¿Es tan fácil?
La realidad es que en muchos casos esta carencia proviene de la infancia, cuando eras un niño y tuviste la presión de aceptar lo que te decían o si no tenías la respuesta de un rechazo grupal, del no aceptado en el entorno o de no seguir avanzando por ser diferente al resto.
Hay mil facetas por las cuales abandonar la personalidad propia y dejarse caer en las opiniones de los que no están viviendo tu vida. Una de ellas es que sabemos que el ser humano no soporta quedarse solo. Quizás es un motivo tan arraigado por el cual un me gusta en fotos se convirtió en algo demasiado importante para tu vida. El ser seguido o no en redes sociales es la nueva era de si estas en grupo o caminas solo. Esa manera de estar solo con tus redes alimenta más aún el ser aceptado, convirtiendo así la validación ajena en la cumbre del día a día. Olvidando lo que eras y lo que tanto amabas ser cuando eras un niño.
La gran ironía de que a pesar de estar cada vez más solo, sientes más necesidad de ese apoyo superficial.
¿Aceptamos lo que somos aunque no lo hagan los demás?, ¿recuerdas aún lo que eras tú, fuera del resto?
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